Para muchas personas los malos tiempos económicos representan una época de mayor descuido en la imagen, por considerar que puede ser una frivolidad preocuparse de la apariencia externa, y un gasto inútil y necesario invertir en uno mismo cuando no hay abundancia económica.
Por ello, al recortar gastos, comenzamos muchas veces por prescindir de peluquería, estética, vestuario… etc.
Pero, al contrario de lo que puede parecer, la crisis no debe ni puede ser sinónimo de descuido de la imagen personal, sino todo lo contrario. Tener una buena imagen es algo propicio para mejorar la situación, cultivar el optimismo y transmitir una buena impresión a los demás. Por ejemplo, dicen los expertos que, aquellos que mantienen una integridad y una buena imagen – además de profesionalidad, por supuesto – pueden evitar mejor que otros los despidos, tan frecuentes en estas épocas de recesión.
Pero este consejo se refiere, no tan sólo a la manera de vestir, sino que también va relacionado con una cuestión de actitud. Sólo un 55% del impacto visual de la persona es la apariencia física, por ello hay que transmitir la idea de “que al mal tiempo, buena cara”.
Aquellos que mantienen una integridad y una buena imagen pueden evitar mejor que otros los despidos.
El Marketing Personal y Colectivo
Cuando se trata de personas en el mercado laboral, y por hacer una comparación, cada uno de nosotros somos como una marca y nuestra apariencia es como el logotipo de dicho producto.
La imagen personal, al igual que la imagen de cualquier marca, representa la confianza que se proyecta hacia los demás y que hace que éstos confíen en ti. Por ello, en tiempos de crisis, es recomendable redoblar esfuerzos en mejorar nuestra apariencia, para no reflejar así la austeridad ni el clima de pesimismo, sino una confianza hacia el futuro.
La imagen personal, llevada a lo colectivo, hace que también sea muy importante la imagen transmitida por la plantilla de una empresa. Para reflejar correctamente la profesionalidad y el éxito en sus recursos humanos, muchas compañías contratan los servicios de una asesoría de imagen empresarial para lograr una correcta orientación y aplicación en la imagen personal de cada miembro del equipo y en general, de todo el equipo.
Detalles como escoger la talla correcta del traje, colocarse la corbata o descuidar la higiene de los zapatos, puede decir mucho sobre el hombre de negocios, pero también, sobre la cultura de la empresa.
Tener una buena imagen es algo propicio en tiempos de crisis porque sirve para cultivar el optimismo y transmitir una buena impresión a los demás
Por MªCarmen Cazcarra
Directora de Cazcarra Image Group